Descripción
Como podrá observarse a través de la lectura de este libro, la política naval de los distintos gobiernos que se sucedían, cualquiera que fuera su signo o color político, carecían de voluntad y de verdaderos conocimientos sobre las necesidades estratégicas del país. En esta época los barcos se construían por dos razones, bien por el impulso de ministros de excepción, o por dar trabajo a los astilleros, evitando así el consiguiente despido, con su secuela de conflictos laborales. Los barcos que se construyeron con arreglo a un plan meditado, salieron perfectos y fueron muy útiles, los que nacieron producto de improvisaciones, resultaron híbridos y con encaje difícil en las listas de la Armada.