Descripción
Todos los que han pasado por «la escuela de vela ligera» hablan de ella con emoción. No hay nada mejor para aprender a avegar a vela que empezar por el velero de orza. Para llevar estos pequeños veleros, ligeros y nerviosos, es necesario asociar las aptitudes técnicas (conducción fina y precisa, ejecucuón impecablede las maniobras…) con las sensaciones (la carena que se desliza sobre el agua, la vela que tiembla, la escota que se tensa o se afloja, variaciones de asiento…)
La riqueza de la practica de la vela ligera radica en el hecho de que estan presentes todos los fundamentos de navegación a vela y estos se imponen a los practicantes. Las reacciones, a menudo exacerbadas, obligan a anticiparse ya tener en cuenta de forma simultanéa e intuitivaun gran número de señales. Hay que navegar para descubrirlas y dominarlas.
