Descripción
En Abril de 1913, el «montemolin» naufraga transportando un extraño artefacto. Trece años más tarde Mariana Luzuriaga gana en una partida de cartas el palacio que su padre había malvendido tras la muerte de su esposa en el trágico hun
dimiento. Muchos años después lo dejará en herencia a un grupo de teatro independiente, con la condición de que representen una obra de la que apenas se tienen noticias. Lo único que se sabe es que fue escrita por una mujer y que tenía que ver con la pasión del autor por los ingenios llamados «perpetum mobile» o máquina del movimiento continuo capaces en teoría de crear energía de la nada.