Descripción
…Seis hombres había en la embarcación. De cómo nos las compusimos nosotros dos solos para desembarcarlos, evitar que el bote se astillara entre las rocas y trasladarlos medio a rastras y a hombros hasta el faro, no puedo mi tan siquiera recordarlo. Solo sé que con nuestra voluntad y la ayuda de Dios, lo conseguimos. La noche era oscurísima y nevaba. Solo nos alumbrábamos con nuestra pequeña linterna y el resplandor de la luz del faro, y ellos estaban desfallecidos, mojados, ateridos de frío, -la temperatura era de 4 grados- y con muchos roces en su piel macerada…