Descripción
La sustitución del carbón por el fuel oil en la propulsión de los buques simplificó enormemente la logística de éste y facilitó su transporte y recarga para poder acompañar a los buques de guerra por todo el mundo. Surgieron entonces los petroleros de flota o escuadra y los buques de reabastecimiento.
La Armada española contó desde temprana edad con dos de ellos: el “Plutón”, botado en 1933, con un desplazamiento de 5.791 toneladas y el “Teide”, botado en 1955, con 8.030 toneladas.